Todas las propuestas de certificación email distan mucho de ser soluciones sencillas, son muy limitadas en cuanto a lo que puede y no puede hacerse, o ambas. ¿Por qué debería eEvidence ser diferente?
El método eEvidence no se diseñó como una alternativa a las comunicaciones por email, sino como un método sencillo para dar seguridad a tus emails convencionales. Te toca a ti juzgar si hemos acertado.
Así es como funciona
Entre estas Preguntas Frecuentes existen diversos artículos en los que tienes más información acerca de los distintos tópicos tratados aquí. De forma muy básica, así es como lo hacemos:
Por término medio, todo el proceso no suele llevar más que unos pocos segundos.
¿Y qué?
Cada hash individual representa una pieza del puzle en que se divide el contenido del email. Sobre la premisa de que dos archivos distintos no pueden generar un mismo hash, el hash de un archivo dado equivale al archivo mismo.
Para los emails que tu envías, al entregar el email al servidor de correo del destinatario, probamos que fue aceptado en destino. Declinamos demostrar que fue abierto y leído por el destinatario; en realidad no es tan relevante y lo cierto es que no existe forma alguna de probar tal cosa.
Para los emails enviados a ti, probamos más allá de cualquier duda que el email se ha recibido del servidor de correo legítimo del remitente.
La firma digital garantiza que el contenido del eEvid.Cert no ha sido alterado desde que se le aplicó la firma. Al incluir un sello de tiempo en el Daily Report de evidencias, establecemos el momento en que dicho contenido ya existía. Y si un hash existía en una fecha determinada, el archivo a partir del cual se calculó -tu email- necesariamente existía también entonces.
En definitiva, probamos QUÉ contenía el email, QUIÉNES fueron remitente y destinatario y CUÁNDO se envió y entregó.